No quiero crecer. No quiero llegar a ser adulta y empezar a ser "realista".

Ayer nos encontrábamos viendo el Killadelphia de Lamb of God, justo despues de ver el DVD del Ghost Reveries de Opeth, riendo e imaginando cómo seriamos si estuvieramos de gira. Quién de nosotros sería el o la malacopa y quién se mantendría sano y sobrio.

Pasa lo mismo cuando vamos a tocadas, nos imaginamos en el lugar de las bandas y criticamos a los músicos, la mayoría de las veces en su favor, pensando que desearíamos estar en su lugar haciendo nuestra música.

Con planes de banda, uno a veces se va muy lejos e imagina lo máximo justo cuando ves y escuchas a un Adler decir "I knew I wanted this. I just never imagined it like this", o a un Åkerfeldt hablar de cuando ensayaban en un granero color café mierda. Nunca lo imaginaron. Sin embargo llegaron, y en el caso de ambas bandas, fueron casi una primicia, algo casi nuevo. Impositores de un estilo.

Planes... sueños... palabras... uno de estos días... algún día... cuando seamos... si tuviera... si fuera...

En plena era posmoderna no queda mucho, quizá nada quede por descubrir. Ciertamente no quiero tener una banda de bar, ni amenizadores de fiestas. Tenemos influencias, si, y algo de experiencia, también. Pero no estoy segura de si sabemos a dónde queremos llegar, por qué o cómo vamos a hacerlo.

Lo que sé es que no quiero que quede en sueño. No quiero que se quede en palabras al aire o euforia...

Dio... estoy llegando a los 20 y no tengo banda, al menos no contretamente; ni siquiera estoy estudiando una carrera que me guste y vivo en México. Crisis existencial.

No quiero crecer. No quiero llegar a ser adulta y empezar a ser "realista". Pero estos ratos entre la realidad y la realidad minutos después no me dejan muchas opciónes.