Nomás porque sí. De Anvil y la desorganización mediática.

1. Pasaron "Anvil: The Story of Anvil" en iSat. EPIC WIN.

2. Eso me recuerda que el bajista de HELLOWEEN, Markus Grosskopf....

... ¡se parece tanto a Lips!

3. Eso a su vez, me recuerda que escribí hace más de 1 mes una reseña del Eyescream Metal Fest 3 y debido a la desorganización que se vive hoy en día en los medios, no salió publicada. EPIC FAIL. En fin, como estoy en mi blog, la postearé y digan lo que digan, en las revistas las reseñas también salen con 1 mes de anticipación, así que no me siento tan mal. Ahí les va.

Eyescream Metal Fest III: El dildo del orgasmo musical

Por: Lezthatica Jox

“Creo en la paz, creo en el amor. Pero sobre todo, creo en la marihuana”

Antes de ser blanco de la tragedia de los últimos desastres naturales y nucleares, Japón fue el país que en algún momento mejor recibió a una banda de canadienses que, para artistas como Slash, Tom Araya (Slayer) o Lars Ulrich (Metallica) fueron pioneros del thrash y el speed metal en el mundo. Desgraciadamente, por asuntos ajenos a ellos, dicha banda se vio obligada a dejar los grandes escenarios por más de 20 años para dedicarse a trabajar como personas promedio, teniendo que tocar muchas veces sin que les pagaran y demostrando la verdadera esencia del amor al arte, lo que les trajo como consecuencia el poder grabar un disco independiente en sus 50s y traerlo a conocer al mundo hace cuatro años. Y el turno de México llegó el pasado 5 de marzo en el Eyescream Metal Fest III.

Esta banda es AnviL y formó parte del cartel de la tercera edición del festival de metal que organiza la promotora Eyescream anualmente. El Eyescream Metal Fest inició en 2009 siendo muy ecléctico en cuanto a la selección de bandas, ya que en la primera en dicho año, mezcló el death dramático de Dark Lunacy con el Heavy Metal canadiense de 3 Inches of Blood y el doom de Shining con el Hardcore de Hatebreed y el metal progresivo de Evergrey. Sin embargo, en sus últimas dos ediciones se ha inclinado principalmente por el Thrash y el Death metal trayendo a bandas como Cynic, Sacred Reich, Arsis, Dying Fetus y Municipal Waste en 2010.

Para este 2011, el cartel principal se conformó por Abigail Williams, Warbringer, Toxic Holocaust, Anvil y Asesino. Una de las promesas del día sería Warbringer, banda de thrash metal de California que estrenaría a su nuevo baterista en vivo en dicho evento. Sin embargo, Carlos Cruz debutó con Warbringer aquí en México, pero no fue en el Circo Volador. Y un selecto grupo de no más de 30 personas, incluida su servidora, que estuvieron en el lugar correcto en el momento adecuado, se pueden jactar de haberlo presenciado, ya que tanto ellos como Abigail Williams tocaron un “palomazo” en el bar Gato Calavera la noche anterior al EMF después de la firma de autógrafos que ofrecieron en la Rock Shop de Av. Insurgentes ese mismo día.

Pero no todo es completamente internacional, pues en el Eyescream Metal Fest, entre cambios de set en el escenario principal, el lobby del Circo Volador se ve invadido por metal nacional. Entre los grupos locales que formaron parte de los carteles del EMF en los últimos tres años, se encuentran Nailser, Emarebil Nocturna, Arkhe, Sabacthani, Glass Mind, Garrobos, The Massacre Must Begin, Muluc Pax, Craven, Magnificat e Intoxxxicated, siendo ésta última la única que ha estado presente las últimas dos ocasiones.

“Palomazo!”

Con canciones de su último disco, In the Absence of Light (2010), como The Mysteries That Bind The Flesh, Abigail Williams consumó su primera visita a México en plan de trabajo, ya que antes han venido al país pero únicamente a vacacionar. Esta agrupación oriunda de Phoenix, Arizona, formó parte de uno de los carteles preliminares del EMF II (2010), sin embargo no se concretó la presentación hasta un año después. Luego de haber aprendido y ejecutado la palabra “palomazo” en el Gato Calavera, y a excepción de su baterista, Ken Bedene, Ken Sorceron, Ian Jeckelis y Gryph Wotawa bebieron tanto que al otro día no recordaban con detalle lo sucedido, pero sí dicha palabra, y la mencionaron unos minutos antes de concluir la apertura del escenario principal.

Me atrevo a decir que Warbringer fue la banda más esperada de la tarde, todos ansiaban ver a la bestia en la que John Kevill se transforma estando en el escenario, pues fuera de él, es una persona sencilla y tranquila, tanto que se dio el lujo de pasear por las calles aledañas al Circo Volador sin temor a ser asaltado. El novio de la guitarrista principal de la agrupación femenina tributo a Iron Maiden, The Iron Maidens, ofreció junto con su banda un espectáculo digno de ellos mismos que, literalmente, logró que volaran algunas cabezas con un “wall of death” y un mosh pit permanente al beat de rolas como Jackal, Systematic Genocide, Severed Reality, Shoot to Kill, At the Crack of Doom, Abandoned by Time y Combat Shock, entre otras, incluídas un par de primicias de su próximo disco a salir este mismo año.

Toxic Holocaust albergó muchos fans y muchas expectativas. Quizá fue el sonido, quizá fue el hecho de que no levantaron su lona detrás de ellos para que su presentación se tornara más propia. Quizá fue el hecho de que los posicionaron después de Warbringer y ello provocó que los ánimos bajaran un poco. Pudieron haber sido mil razones las cuales provocaron que Toxic Holocaust no sonara como se esperaba. De cualquier manera, los verdaderos fans de la agrupación de Oregon organizaron un tremendo mosh pit, prácticamente preparándose para descansar e ir a beber una chela mientras Intoxxxicated mantenía despiertos a quienes querían seguir en la batalla, esperando a AnviL.

“One, Two… One, Two (want to?) Fuck You!”

March of the Crabs fue el concierto con el que AnviL abrió su primera presentación en México, dicha canción forma parte del álbum no primero ni último, pero sí más famoso de Anvil: Metal on Metal. Y sonó tan bien que de no haberlos visto, uno no pensaría que aquellos Lips, Glen y Robb están a menos de 10 años de llegar a sus 60s. Con un show tan parecido a aquél de 1984, en donde lo único que cambió fue el país, las bandas del festival y la vestimenta, se presentaron el hombre que hace solos con un dildo, el hombre que quizá sea el mejor baterista de Canadá y el bajista fiel por el que no pasan los años.

Después de clásicos como 666 y School Love, llegó Mothra, la célebre rola que concluye con el famoso solo de Lips que cuenta con la ayuda de un vibrador para mujer, en este caso plateado. La hazaña causó expectación justo como lo hizo hace más de dos décadas y el nivel de las vibraciones subía con cada remate de Robb Reiner. Y mientras el público aclamaba el acto, comenzó This is Thirteen, de aquél disco independiente que simboliza la victoria ante todo el esfuerzo que estos músicos hicieron en nombre del metal. Luego de ello y unas cuantas rolas más como Thumb Hang, tocaron también su sencillo más destacado: Metal on Metal.

Y al final, llegó Asesino, que, literalmente, mató al festival con un show de corta duración. Para desgracia de muchos, Dino Cazares sufrió de problemas estomacales y se podía ver en su rostro, aún cubierto por su máscara, que pedía a gritos un doctor. Aún habiendo hecho el esfuerzo y después de tocar Regresando Odio, Amor Marrano, Matando Güeros, Adelitas y Maldito, entre unas cuantas canciones más, los encabezadores del EMF tuvieron que partir del escenario a tan sólo 40 minutos de haber empezado. Si lo vemos por el lado amable, todos alcanzamos metro esa noche.