Día 4.




Burgos. Una ciudad que en algún momento de su historia fue medieval y aún conserva algunos atisbos de esa raíz como este arco, el arco de Santa María, que lleva a la plaza del Rey San Fernando donde se encuentra su Catedral, la Catedral de Burgos.


Ciudad pintoresca.


Tres rúbricas, huellas, firmas, signaturas en graffitti por todos los bordes de la carretera hacia Bordeaux son la bienvenida a ésta ciudad francesa: la de Runner, Trik y Toys. No tengo idea de quiénes son o eran, pero en especial los rayones de Runner eran muy buenos, aunque de repente se dejaron de ver, mucho antes de que las demás desaparecieran, siendo la última de Trik la que cerrara esta cadena.


No tiene nada que ver. En realidad Bordeaux es una ciudad muy bella. Con castillos, catedrales y restos de una muralla de estilo gótico combinados con edificios modernos frente a un río. Sus edificios en el centro son todos iguales y en otoño debe ser todo un espectáculo visual al tener tantos árboles formados paralelamente a los costaos de las vías del tranvía.


Lástima que sólo la he podido disfrutar, literalmente, una noche y aquí todo lo cierran antes de las 8pm. Para mí fue una ciudad de paso, pero quisiera que fuera uno de mis próximos destinos.
Afuera de mi cuarto de hotel hay una pintura de Dalí. Qué belleza.


Imagine a place where time would linger.
In a surrounding of cosiness and refinement,
the finest alliances of matter and colours of spring to live before you,
Perfect lines, elegant curves.
A place where your fantasies would become hand.made realities
where you would find the most prestigious creator's peace
of jewelry and clockworks.
Such a place exists. Essential.
In Bordeaux, since 1962.