We'll always have Paris...

Ya perdí la cuenta de los días.

¿Se imaginan desayunar en Francia, comer en Bélgica y cenar en Holanda?

Yo lo hice.

Estuve en París 3 noches y es verdad que esa ciudad no duerme, por lo que me quedé despierta con y en ella. Con sus bellezas nocturnas artificiales, unas cervezas blancas de origen belga, algo de champagne y el espectáculo del Moulin Rouge. Con una Torre Eiffel iluminada y chispeante sobre el río Sena admirando Notre Damme mientras caminaba sobre los Campos Elíseos admirando el Arco del Triunfo y viraba para observar de cerca la Gioconda en el Louvre, lo cual era imposible, pues para observarla de cerca parece más difícil que llegar hasta el escenario en un concierto de Metallica.

Esa parte de París, la comercial, la consumista, la cuidada y estratégicamente diseñada y conservadora, la tristemente artificial y famosa parte de París que a muchos les parece un sueño. Estuve ahí y fue bello. Pero también conocí el París que no sale en las revistas y menos en las películas.

Bélgica. Brugges o Brujas, como se le conoce del otro lado del charco, es una ciudad que me gustó porque la más mínima de las construcciones esta construida cual monumento. Es como Queen, hasta la pieza más sencilla es un himno.

Amsterdam. Una ciudad construida sobre canales, carente de montañas, la mezcla perfecta entre lo urbano y lo rural. Aquí los patos esperan a que dejen de pasar los coches para cruzar la calle rumbo al río que está al pie de la pista.

Muchos me preguntan por qué no salgo en las fotos que tomo, por qué no me gusta que me retraten bajo alguno de los escenarios de ensueño que he visto tan cerca como jamás lo imaginé.

La respuesta es que no puedo, porque yo no puedo ser protagonista de mis propias fotos. Yo soy la que está tras ellas, no frente ni en ellas. Toda la foto soy yo, es lo que mis ojos admiraron y lo poco que 10 megapixeles pudieron grabar. No necesito salir en ellas, aparte de que no luzco bien en ellas. Sería arruinar y quitarle el significado a algo que para mí es inprescindible, la fotografía.

Y las mias son tan bellas (pesadas) que el Blogger no me deja subir las nuevas. Sorry. Las pueden ver en mi "jaifai" a mi regreso.