2009

... y antes de escribir éstas líneas, mi piel se eriza, se hace un hueco en el estómago y se dibuja una sonrisa en mi rostro al recordar... Éste ha sido el mejor año de mi vida, hasta ahora.

¿Por dónde empezar? Quizá por la fecha de mi cumpleaños. Ese día conocí a dos personas que ahora son parte de mi familia. Ese día se juntaron los amigos ligeramente viejos con los nuevos, ese día fue demasiado especial.

Después, a partir del 25 de febrero, que fue el día del primer concierto de este año al que asistí, comenzó una ola enorme de nuevas experiencias. Edguy, para empezar, en cuyo concierto conocí también a la banda mexicana Psicofonía. Después Iron Maiden, en cuyo concierto también vi por primera vez a Ágora, Lauren Harris, Atreyu, Morbid Angel y Carcass. Luego el Eyescream Metal Fest, con Dark Lunacy, Evergrey, 3 inches of Blood, Hatebreed y Shining, en donde también participaron bandas mexicanas como Sabacthani, Glass Mind y Emarebil Nocturna. Opeth, estruendoso concierto. Johnny Indovina, quien deleitó mis oídos con su primer acústico de éste año. Después METALLICA, con Resorte y Avenged Sevenfold, concierto del que a mi misma me sobra hablar. En julio la Cuca, me puse muy mexicana. Y en Octubre muy finlandesa con Stratovarius, en donde vi tocar a Split Heaven después de una Batalla de Metal campal y de haberse ido a Wacken a hacer historia en el Metal Mexicano. Emilie Autumn, un concierto que esperé mucho tiempo. Tiamat y Moonspell con Lacrimae, un espectáculo oscuro audiovisual. Y para terminar, mi último concierto del año, Rata Blanca.

Se lee fácil, poco más de 28 bandas que ví en vivo éste año. Para mí es un récord, ya que jamás en mi vida le dediqué tanto tiempo y dinero a la música en vivo. Pero no hablemos más de las bandas "grandes" o "importantes". Durante todo el año estuve en contacto con nuevos talentos mexicanos que no han pisado un escenario como el de las bandas antes mencionadas. O quizá sí, pero no como bandas principales. Para empezar EnsiforM, banda de la que soy orgullosamente manager. Mystica Girls, a quienes conocí y empezamos con el pie izquierdo pero a la fecha no sólo saben que las admiro, sino que también me llevo pocamadre con ellas. Y Nümenor, a quienes conocí en el primer aniversario del Scream For Mexico FC y el día de hoy no podría estar más orgullosa de ellos.

Tengo 19 años. Tengo 19 malditos años. No sé qué quiero, no me veo viva en 10 años, quizá es porque no soy fan de planear futuros. Tengo 19 años, reprobé una materia en la Universidad y por primera vez no me importa. Mi madre nunca quiso (o nunca se le ocurrió) inscribirme en una academia de música cuando era pequeña, y para ser sincera, no es fan de la idea. Pero a mis 19 años, con 1 año de becas ahorradas compré una batería. Una TAMA Rockstar DX e inicié una banda. Hay cosas para las que decir "tengo 19 años" suena absurdo, me hace ver como una completa imberbe, pero cuando empecé a tocar me sentí vieja. No soy virtuosa, no tengo técnica, pero empecé.

"Empecé". Sí, empecé. Empecé muchas cosas. Empecé por bajar 10 malditos kilos y dejar de tomar alcohol y comer carne. Empecé una banda, mi banda, mi banda de metal, en la que muevo las baquetas: TOXICA. Empecé a organizar eventos, así como empecé a tocar, sin técnica, sin preparación previa, con mucha ayuda y asesoría. Empecé. Empecé a promover bandas de la misma manera. Por primera vez empecé a hacer cosas sin leer manuales o que alguien me dijera cómo, cuándo, dónde y por qué. Empecé, aprendí y conocí.

"Conocí" también conocí muchas cosas. Personas, países, lugares... Personas y países que cambiaron mi vida y mi forma de ver las cosas. Gracias a algunas de esas personas, mi jeta y mi tributo personal estan en el DVD de mi banda favorita; gracias a algunas otras conocí un mundo metalero que no conocía antes. Gracias a otra personilla conocí la escena Goth. Y Gracias a otra persona conocí Europa.

¿Qué aprendí? Difícil. Aprendí a valorar, a valorar lo que uno tiene, a quedarse con lo bueno y desechar lo malo. Aprendí a valorar la amistad y a aceptar mis miedos, los cuales he ido descubriendo poco a poco. Aprendí a sobrellevar las diferencias... y a no ser farol de la calle y oscuridad de mi casa... en fin... aprendí que nunca terminaré de aprender... y eso me gusta.

Al final del año pasado decidí tomar todo como viniera... no planear ni pensar demasiado. Éste fue el resultado. Qué feliz soy.