Ni Nostradamus lo habría predicho. MEGADETH en México.

"Y en el libro de Rust In Peace de la Megabiblia capítulo 20 versículo 1° decía: "... y en el décimo séptimo día del cuarto mes de la nueva década, la megamuerte pisará el suelo de los conquistados por Cortés de nuevo. Dave Mustaine aparecerá como el Mesías, vestirá de blanco. Y fundirá los oídos y los corazones de los que se atrevan a pararse frente a él, y él hablará poco, apenas abrirá la boca para decir palabra, pero la gente lo escuchará y venerará por noventa minutos..."

"I had wrists donning slits flowing constantly. My broken body in a wreck wrapped around a tree.
A crosswalk hit and run, the finish line for me. People clutter in the gutter, take a look and see..."

Skin O' My Teeth, rola con la que Megadeth abrió éste concierto del vigésimo aniversario del lanzamiento del Rust In Peace, aunque como parte del Endgame Tour. Mustaine vestía camisa blanca y jeans de mezclilla. Llevaba puestas las épicas muñequeras blancas con el logo de MegadetH bordado y su cabello chino ondeaba mientras el ídolo se postraba como toda una potestad en el escenario.

Minutos antes, Ágora, banda que se encargó alguna vez de telonear a Iron Maiden, ahora abría el apetito de los hambrientos de Megadeth. Con un buen condimento de metal progresivo, los compatriotas no fueron un aperitivo precisamente ideal para la ocasión por la diferencia de género. Muchos permanecieron sentados ante la presentación de Ágora, pero eso no impidió que el resto disfrutáramos del show de los influenciados por bandas cmo Dream Theater, Stratovarius y Helloween.

El reloj había marcado en cuenta regresiva una hora con treinta minutos. Y el tiempo corría. La segunda entrega fue In My Darkest Hour, seguida de She Wolf. Vic Rattlehead en el fondo nos veía y nos ponía la piel chinita. Sabíamos que estabamos por escuchar todo el Rust In Peace como Megadeth lo anunció días antes....

"Brother will kill brother, spilling blood across the land. Killing for religion, something I don't understand...". Era tiempo de ello. El RUST IN PEACE empezaba a sonar, casi completo y exactamente en el mismo orden como desde su lanzamiento en 1990.

"Me duele todo el cuerpo por los errores. Presionados por la lujuria, nos mentimos tanto el uno al otro que en nada confiamos... We lie to each other so much... Absolutely nothing we trust!". Después del clásico al que los colegas de T.R.U.S.T le deben el nombre, dieron un salto de doce años, para tocar algo del nuevo material, ENDGAME: The Right to go Insane, seguida por Headcrusher, rola que Mustaine pidió que el público coreara.

Y llegó el momento que todos esperábamos, el momento de gritar: "MEGADETH, MEGADETH, A HUEVO MEGADETH". Symphony of Destruction, el himno por excelencia del cuarteto conformado actualmente por Mustaine, Shawn Drover, David Ellefson y Chris Broderick. Un auténtico estadio lleno de hinchas del thrash nos juntamos para ovacionar al ritmo del riff más famoso en la historia de MegadetH.

Un delicioso penúltimo momento antes de terminar de desgarrarnos las gargantas, antes de Peace Sells (... but who's buying?), clásico de cierre que ameritó que Ellefson usara una playera de la Selección Mexicana de Fútbol en honor a los hinchas parados frente a él y que Mustaine se quitara la camisa y tocara de nuevo el solo de Holy Wars.

Un concierto épico, que valió la pena de tener que batallar con "malacopas", ebrios que se quedaron dormidos antes de que empezara todo el show y goteras.

"... Y los cuatro saldrán del escenario, dejando un legado a sus espaldas, dejando a miles de discípulos detrás que se encargarán de predicar la palabra, la palabra de Mustaine..."

Amén.